Me pregunto si me he quedado seca.
Seca de palabras,
de emociones,
de sentimientos,
de recuerdos.
Todo me recuerda a ti.
Me pregunto si algún día te volveré a ver.
Me pregunto si seré capaz de mirarte a la cara.
Me pregunto cuál será mi reacción,
si la de darte un abrazo y llorarte,
o la de enfadarme contigo y llorarte.
Y no sé cuál es peor.
Te quiero, de eso es de lo único que estoy segura.
Me pregunto si algún día leerás todo esto,
todas las palabras cargadas de sentimientos dirigidas a ti,
a tu ser,
a nosotros.
Y me pregunto si seguimos siendo algo,
¿Amigos quizás?
No puedes desaparecer dos meses y medio de mi vida,
mi asquerosa vida,
en la que sólo tú le dabas sentido,
y pretender que todo sigue igual.
Estoy muerta,
putrefacta,
sin vida,
sin amor,
sin esperanzas,
sin nada.
Porque tú me dabas todo,
y todo tú me lo has quitado.
Eras mi vida.
Mi vida completa.
Y puede que lo sigas siendo.
Temo al tiempo.
Temo que me olvides.
Temo que esté olvidaba ya para ti.